Teenage Fanclub nació en la vibrante escena musical de Glasgow. Su estilo evoca influencias claras de la costa oeste de Estados Unidos, con ecos de bandas como los Beach Boys, los Byrds y los míticos Big Star de los años 70. Aunque comenzaron con un sonido más crudo y desordenado, reflejado en su primer disco A Catholic Education, este se aleja bastante de la identidad que desarrollarían más adelante, salvo quizás por la pista “Everything Flows”.